No supo o no pudo ganar el Atlético al Sporting Clube de Portugal, dominando casi todo el partido y jugando una hora con un hombre más por la expulsión merecida de Grimi y los útimos diez minutos por la expulsión de Tonel por un manotazo sin sentido a Agüero con el juego parado tras una falta.
Minutos antes del comienzo del encuentro, el cuadro lisboeta mostró su solidaridad con las víctimas del fatídico atentado terrorista del 11-M, del que se cumplía el sexto aniversario, ofreciendo una corona de flores al capitán del Atlético y fundiéndose todo el estadio con un aplauso llevado a cabo por ambas aficiones.
El partido comenzó sin un dominador claro, pero con el paso de los minutos la condición de local llevó al Atlético a tomar la iniciativa en el juego. Y así llegó la primera ocasión del encuentro, en la que Kun no pudo batir a Ruí Patricio tras regatear varias veces a la defensa del Sporting en su área, enviando el balón ligeramente fuera rozando el palo izquierdo de la portería. Rápidamente se sucedería la réplica del conjunto sportinguista, ya que Liédson aprovechando un error de Antonio López al controlar la pelota, conectó un disparo que pilló desprevenido a De Gea batiéndole por alto y no consiguió ver puerta porque el balón se estrelló en el larguero. Ésta fue la ocasión más clara del equipo portugués y prácticamente casi la única en todo el encuentro. Minutos después, el argentino Grimi derribaba a Reyes cuando se internaba en el área por la banda derecha y el árbitro, justamente, le mostró la segunda tarjeta amarilla (en una jugada anterior zancadilleó tambien a Reyes por detrás y sin balón viendo la primera cartulina) y se vio obligado a expulsarle. Quedaba mucho partido y el Atlético, en superioridad numérica, se veía con muchas opciones para marcar uno o dos goles, pero no fue así. La primera parte terminó sin ninguna jugada destacada en ambas áreas, salvo un disparo de Kun a la red, escorado a la derecha y casi sin ángulo.
La segunda parte comenzó con un Sporting defendiendo prácticamente con los 10 jugadores de que disponía sobre el campo, apenas Liédson era el único delantero que se sumaba al ataque. Y la estrategia le salió bien al equipo entrenado por Carlos Carvalhal. Aún así, los rojiblancos plasmaban su superioridad y a punto estuvieron de marcar en un remate de cabeza de Ujafalusi que salió lamiendo el palo derecho y sendas ocasiones de Kun dentro del área, en la que quizás pecó de excesivo egoísmo al rematar a puerta cuando tenía otras opciones de pase más claras. Quique, al ver que sus jugadores no lograban desentramar la tela de araña defensiva de los portugueses, dio entrada a Salvio sustituyendo a un agotado Simao y unos minutos después a Jurado sustituyendo a Raúl García (ofreció muy poquito en los minutos que tuvo) para intentar tener más claridad en el último pase y más velocidad y desborde en banda. Pero los intentos del entrenador madrileño no surtieron mucho efecto, ya que los rojiblancos no inquietaron en lo que restaba de encuentro la portería de los lusos. Tras una falta al borde del área, Tonel propinó un manotazo en la cara a Agüero con el árbitro a dos metros de él, y lógicamente vio tarjeta roja directa por agresión. El partido terminó, con el sabor amargo de no poder haber hecho ni un gol a los portugueses sin hacer valer la superioridad numérica. El Atlético no jugó demasiado mal, pero su fútbol fue muy previsible y la circulación de balón y la transición defensa-ataque muy lenta, el mediocampo no existió, y apenas Reyes y Kun fueron los únicos en crear peligro sobre el área rival. Como nota alarmante hay que destacar la actitud de Forlán, el uruguayo no está ni física ni mentalmente, y eso es algo que el técnico del cojunto rojiblanco debería tener en cuenta. Es uno de los mejores jugadores de este equipo, uno de los mejores delanteros del mundo, último bota de oro europeo, pero actualmente no tiene la cabeza o la capacidad física para jugar en este equipo. Debería el técnico aplicar la misma medicina que ha funcionado con éxito sobre Reyes. El uruguayo no es el mismo desde que el pasado verano los cantos de sirena de Real Madrid y Barça le rondaron por su cabeza. Él decidió quedarse, o al menos eso es lo que asegura, pero su rendimiento esta temporada y sobre todo su actitud, demuestran que no está ni mucho menos a su nivel.
La eliminatoria está al 50% para ambos equipos. La vuelta en el precioso y moderno estadio José Alvalade XXI será complicada, pero si el equipo rojiblanco muestra su mejor versión es capaz de ganar en el feudo portugués o conseguir un empate con goles que le daría la clasificación para los cuartos de final de la UEFA Europa League.
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