Nadie podía imaginar allá por el mes de septiembre cuando la competición arrancaba, que disfrutaríamos de un derbi madrileño en la gran final de la UEFA Champions League de Lisboa de este 24 de mayo de 2014 en el Estadio Da Luz. Nadie excepto los jugadores del Real Madrid comandados por Ancelotti y sus aficionados que persiguen con ahínco la ansiada décima tras 12 años de sequía. Nadie excepto los futbolistas del Atlético de Madrid liderados por el Cholo Simeone y su eterna y fiel afición buscando vendetta en la máxima competición europea desde hace nada menos que 40 años. En septiembre, todos los equipos sueñan con disputar la gran final de la Champions League, como es lógico, y esta vez Real Madrid y Atlético de Madrid tuvieron más fútbol y más fe que ningún otro para regalarnos una final histórica que por primera vez será disputada por dos equipos de la misma ciudad. Un apasionante derbi que convertirá a Lisboa en capital de la España futbolística por un día, la unión ibérica fraternal entre los dos países que conforman la península. Miles de aficionados de ambos equipos, los más afortunados con entrada, otros muchos sin ella, inundarán y engalanarán la capital portuguesa (se esperán 60.000 fans entre los dos equipos) buscando el sueño de levantar la Copa de Europa en la gran fiesta final del fútbol europeo.
Con la baja segura de Xabi Alonso, que debe cumplir sanción por acumulación de amonestaciones, la principal preocupación de Carlo Ancelotti es encontrar al sustituto idóneo para un jugador difícilmente sustituible. El principal candidato es Illarramendi, fichado precisamente para cubrir dicho puesto, pero el técnico italiano tiene algunas dudas para alinearle de salida en un partido tan importante, a pesar de lo que diga de puertas hacia afuera. También es verdad que la alternativa pasa por alinear a un Khedira falto de ritmo competitivo por su larga lesión y un Casemiro con el mismo problema que el joven guipuzcoano. Pero la ausencia de Xabi Alonso no es la única preocupación del técnico italiano que tiene problemas en todas las líneas menos en la portería. En defensa Pepe parece que no se recuperará a tiempo de sus problemas en el gemelo, Varane acaba de regresar a los entrenamientos como Di Maria y Bale. Por otro lado, Cristiano Ronaldo llegará con poco tiempo de práctica y Benzema es duda por sus problemas en el abductor. Pese a ello, el cuerpo de fisioterapeutas del club trabaja a destajo para intentar recuperar a los futbolistas, por lo que no se descarta que todos puedan participar finalmente. Se apurarán todas las opciones posibles y el once inicial será una incógnita en varios de sus puestos por lo que habrá que esperar al último momento para conocer qué jugadores formarán de inicio para buscar la tan perseguida décima.
El Atlético llega a la cita más importante de sus últimos 40 años en el mejor momento posible. Liderados por Simeone los rojiblancos acaban de ganar una Liga contra todo pronóstico a los todopoderosos Barça y Real Madrid, demostrando a todo el mundo que con trabajo, fe y sacrificio todas las metas y sueños son alcanzables. El principal punto fuerte del Atleti es el equipo por encima de todo y de todos, pero a pesar de ello también cuenta con individualidades capaces de ganar un partido por sí solos. Por ahí es donde viene la preocupación del entrenador argentino, pues Diego Costa y Arda Turan, dos de sus principales baluartes ofensivos, son duda para la gran final. El brasileño se lesionó en el Camp Nou durante el último partido de Liga, y pese a haber acudido en viaje relámpago a la doctora serbia Marijana Kovacevic (famosa por acelerar la recuperación de lesiones musculares en futbolistas con métodos tan extravagantes como la utilización de placenta de yegua) para intentar acelerar su recuperación de la lesión en los isquiotibiales, es probable que no forme de la partida, aunque en los dos últimos entrenamientos haya trabajado con el resto del grupo. Por otra parte, el turco se encuentra mejorado de su contusión en la cadera y parece que su formación en el once inicial está casi confirmada. Métodos milagrosos o no, el Cholo es consciente de que una final se debe disputar al 100% y no correrá riesgos innecesarios. Con la Liga en el bolsillo, los rojiblancos han pasado toda la presión a los vecinos, considerando a éstos favoritos en el partido como muestra la mayor experiencia del Real Madrid en esta competición. Jugar con menos presión puede ser beneficioso por no tener una posible ansiedad que provoque nerviosismo, pero eso no quiere decir que el Atlético no vaya a luchar hasta el último segundo por un título que siente que le debe la historia desde aquel maldito gol de Schwarzenbeck en la final del ’74 contra el Bayern, por dedicarle el triunfo a su fiel afición y al recientemente fallecido e ídolo y leyenda del Atlético como es Luis Aragonés (que estará presente con una estampación en el cuello de las camisetas de los jugadores en un bonito gesto de la plantilla colchonera) y porque de ganar, la temporada será recordada como legendaria y no sólo como extraordinaria.
Como en toda final, y más tratándose de un derbi con tanta rivalidad como éste, el pronóstico es incierto, por lo que las posibilidades están al 50% para cada uno. Sólo nos queda entonces desearles suerte a ambos y que Lisboa se convierta en la fiesta del fútbol europeo y en la capital mundial del deporte rey, haciendo alarde de una demostración de respeto, sana rivalidad y deportividad entre las aficiones de los dos equipos.
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