Duro varapalo para el Atlético de Madrid, a priori favorito en la eliminatoria, que ve como el 1-0 en contra obtenido en Leverkusen complica las cosas de cara a un pase a cuartos de final que ahora dependerá de una noche épica en el Vicente Calderón para convertirse en realidad. No es una gesta, pero sí será complicado, aunque si de algo sabe la afición colchonera es de calentar los grandes partidos para llevar en volandas a su equipo y convertirlo en capaz de superar cualquier obstáculo.
El Atleti nunca supo encontrar el ritmo del partido y siempre fue sobrepasado en intensidad por un rival que le dio a los rojiblancos de su propia medicina, agresividad e intensidad, muchas veces con el beneplácito de un árbitro demasiado casero. Si pocos eran los males para los del Cholo, las lesiones de Saúl, por un problema en la zona lumbar tras un golpe y Siqueira, por problemas musculares, complicaron aún más las cosas. Tras aguantar a duras penas durante la primera parte, el Atleti tampoco encontró el camino en la segunda, sin embargo los rojiblancos tuvieron una buena oportunidad en las botas de Tiago antes del descanso, pero Leno evitó el gol con una gran intervención a mano cambiada. Con apenas 55 pases acertados, escaso bagaje para un partido Champions, Çalhanoglu apuntilló y certificó la victoria con un gran gol tras una gran maniobra de Bellarabi, que puso en jaque a la defensa rojiblanca durante todo el partido. Victoria merecida del Leverkusen, que obtiene una buena renta para la vuelta. El Vicente Calderón espera con las espadas en alto pensando ya en la remontada y en ver al verdadero Atlético de Madrid, ese que no apareció en Leverkusen.
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