Salió vivo el Atlético del infierno del vetusto estadio del Ali Sami Yen, que recibió a su equipo por todo lo alto creando un ambientazo, pero eso no bastó a un Galatasaray condicionado por sus bajas y con sólo el poder ofensivo que aportaban Kader Keita y Arda Turan, muy sólo arriba durante practicamente todo el encuentro.
El partido comenzó con un ritmo lento y cansino impuesto por el Atlético, que parecía no tener prisa por marcar a pesar de tener el resultado en contra. Como a los turcos les valía el empate a cero, se limitaban a defender muy atrás y le entregaron la pelota a los rojiblancos que jugaban con demasiado respeto hacia el rival. Bien entrada la primera parte, los dos conjuntos se desperezaron un poco y comenzaron a llegar a ambas porterías tímidamente para, tras unos minutos, crear verdadero peligro como en una internada por la banda derecha de Keita, que puso un pase al corazón del área donde remató Turan sólo frente a Asenjo y el balón pasó por encima del larguero por muy poco. El Atlético respondió con un jugadón de Kun, que se fue de tres defensas y puso un centro al punto de penalty que no acertaron a rematar ni Reyes ni Jurado. Tras esta jugada, en un nuevo lance, el Kun recibió una patada fortuita de Servet en la cara que le provocó un traumatismo en el mentón y un corte en el labio. Agüero fue atendido por el servicio médico y tras reconocerle y encontrarle aturdido y desorientado, Quique decidió relevarle y dar entrada a Forlán.
Tras el descanso el Atlético, sabedor de que estaba obligado a marcar para pasar, salió con otro aire, con una circulación de balón más rápida, mayor movilidad y capacidad de desborde de los laterales que no habían subido al ataque en toda la primera parte. Esa actitud ofensiva provocó dos jugadas en las que Reyes no supo definir en primera instancia arrebatándole el balón Leo Franco y en la segunda estrelló el balón en el larguero tras ganarle la espalda a su marcador en un grave error de la defensa del equipo turco. Tanta insistencia obtuvo recompensa cuando Simão recogió un pase de Jurado dentro del área y disparó con rosca cruzando el balón y batiendo a Leo Franco. Pero la alegría les duró muy poco a los rojiblancos porque practicamente en la siguiente jugada Keita empató el encuentro al rematar de cabeza un centro desde la derecha de Arda Turan.
A pesar del mazazo del empate, el Atlético siguió con el mismo planteamiento y a punto estuvo de marcar el segundo con un tiro lejano de Raúl García. Tras esta ocasión, Caner Erkin tuvo la mejor oportunidad del Galatasaray tras un nuevo y clamoroso fallo de Perea que le regaló el balón, pero Asenjo cubrió bien su palo y su tiro salió desviado por encima del larguero. Los turcos, y en especial Caner Erkin, protestaron airadamente la jugada anterior porque Perea al resbalarse tocó el balón con la mano y provocó el posterior fallo del turco, cometiendo un claro penalty. Fue Erkin, quien cometió una falta sobre Jurado en el contragolpe posterior, enseñándole el colegiado tarjeta amarilla, y en la siguiente jugada cometió una falta por detrás sin balón sobre Valera autoexpulsándose y dejando a su equipo con diez. Pagó su falta de madurez e inexperiencia por su juventud.
Con superioridad, el Atlético no sabía si irse al ataque a por el segundo o aguardar fuerzas para la inminente prórroga, y entre las dudas rozando el minuto noventa, Reyes (de nuevo gran partido del utrerano) recogió un balón en la banda izquierda, se fue hacia el centro y puso un balón a Forlán dentro del área, éste quebró al defensa turco y envió el balón con la zurda al palo contrario para hacer el segundo y clasificar al Atlético para los octavos de final. Sin tiempo para más, el Galata tenía que hacer dos goles en tres minutos para pasar, se llegó al termino del encuentro. El Atlético se cruzará con el Sporting de Portugal en unos octavos ya sorteados, un rival a priori no demasiado complicado al que los rojiblancos deben superar.
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