Con la miel en los labios se queda apeado de la máxima competición europea de clubes el conjunto viola, inmerecidamente porque ha mostrado suficientes argumentos futbolísticos en los dos partidos como para merecer el pase a cuartos de final, pero el valor doble de los goles en campo contrario ha sido determinante esta vez y a pesar del 4-4 en el global de la eliminatoria, es el Bayern el que pasa a la siguiente ronda.
La Fiore comenzó muy bien el encuentro, dominando y jugando realmente bien al fútbol, logrando irse al descanso con ventaja en el partido, por un gol a cero conseguido por el peruano Vargas, y en la eliminatoria. Tras el descanso consiguió ponerse 2-0 en el marcador con un gol de Jovetic, pero un disparo desde fuera del área de Van Bommel se coló pegado a la cepa del poste derecho de la portería defendida por Frey. Lejos de amilanarse, con la eliminatoria igualada por el conjunto bávaro, la escuadra viola fue a por el tercero y lo consiguió pocos minutos después mediante Jovetic, de nuevo la perla montenegrina. Aún se encontraban celebrando el tanto que les colocaba en la siguiente ronda, cuando un genial Robben (muy incisivo durante todo el partido pero excesivamente individualista) conectó un zurdazo desde 25 metros que se coló por la escuadra derecha de la portería viola. Golazo que vale una eliminatoria y que dejó más heladas todavía (a pesar del frío intenso y la nieve caída antes del partido) las gradas del Artemio Franchi. La Fiore lo siguió intentando, pero el agotamiento hacía mella en los jugadores y tan sólo hubo un par de ocasiones, eso sí, una de ellas muy clara en la que pudo marcar el cuarto con un pase al punto de penalty que pilló a contrapié a los delanteros del equipo italiano impidiendo su remate. El partido terminó tras tres minutos de descuento sin trascendencia y los aficionados viola se fueron desencantados, pero con un buen sabor de boca tras la magnífica actuación de su equipo.
Quizás la Fiore pecó de ser demasiado ofensiva y no cerró el partido cuando estuvo con dos goles de ventaja en dos ocasiones, pero el equipo de Prandelli sólo sabe jugar al ataque y lo hace excepcionalmente bien. Si el fútbol fuera justo, la Fiore debería haber pasado a cuartos de final, sobre todo porque la eliminación viene precedida por un gol del Bayern en el partido de ida en clarísimo fuera de juego, pero la historia ya está escrita. El conjunto viola ha completado una fantástica Champions y el encuentro de ayer les servirá para ganar experiencia en el futuro. El Bayern tiene potencial para llegar lejos en esta Champions y recuperar su nivel en Europa, pero antes deberán resolver fallos individuales, de boca del propio técnico Louis Van Gaal, que le pueden costar más de un disgusto si en otra ocasión la suerte no les sonríe.
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Doggy