La final anticipada, el mejor partido que se pueda ver en cuanto a fútbol, o como quieran denominarlo, terminó con un Barça justo vencedor que fue superior en el global de la eliminatoria. Fue superior porque su calidad es superior, porque en el partido de vuelta sí materializaron las ocasiones, y pudieron ser más ojo, y fue superior porque hoy en día el Barça es superior a cualquiera jugando con su propio estilo. El Arsenal intentó contrarestar ese estilo, sabiendo que jugando a lo mismo no podría superar al Barça, y se enferntó a los culés jugando a un fútbol defensivo, físico, con las líneas muy juntas, presionando muy arriba con intensidad, a la contra, sin posesión del balón, un fútbol que no es el suyo, y como no es un equipo preparado para eso cayó con estrépito en el partido de vuelta donde no consiguió ni ejecutar un sólo disparo entre los tres palos en 90 minutos, no así en la ida, donde consiguió la victoria con algo de suerte en un buen partido.
El partido comenzó mal para los Gunners, que vieron como su meta titular Szczesny tuvo que retirarse tras dañarse en un dedo al atrapar un balón a los veinte minutos. En cualquier caso, el Arsenal mostró muy poco en el Camp Nou, tambien hay que señalar que Van Persie y sobre todo Cesc Fábregas no estuvieron ni cerca de su mejor nivel, sobre todo el capitán de los Gunners, que al cuarto de hora de partido ya sabía que no estaba recuperado totalmente de su lesión. Y fue por un error grave del propio Cesc, que perdió el balón en posición defensiva en tres cuartos de su propio campo al intentar un taconazo innecesario en esa zona, quien regaló el balón al Barça. Éstos supieron aprovecharlo, e Iniesta y Messi marcaron el 1-0 tras una sensacional jugada, rápida de movimientos, precisa y efectiva. Con ese gol el partido se fue al descanso, con un par de acciones anteriores de muy mal gesto en las que estuvo involucrado Van Persie ganándose la cartulina amarilla, pues estando acelerado por una entrada anterior agredió levemente a Dani Alves que exageró la acción para variar, tuviendo el árbitro que prolongar el primer tiempo hasta cinco minutos.
Tras el descanso, las cosas permanecían igual, el Arsenal con su labor de contención pero sabiendo que tenía que marcar para pasar y el Barça dominando la posesión del balón buscando el segundo gol. Entonces, en un córner botado por Nasri, Sergio Busquets intentó despejar el balón con la mala fortuna de que el balón se coló en su portería. Emapte a uno y el Arsenal sin apenas acercarse al área rival conseguía marcar el tanto del empate que le daba la clasificación. El Barça volvía a estar fuera de la competición, tocaba remontada de nuevo, pero el partido dio un vuelco unos minutos después cuando tras un claro fuera de juego de Van Persie, éste no escuchó el silbato del colegiado y disparó a puerta con el juego parado. El suizo Boussaca, ni corto ni perezoso, le mostró la segunda cartulina amarilla y expulsó de forma muy rigurosa al delantero holandés, que no creo que fuera tan iluso de cometer ese fallo sabiendo que le podían echar, pero sus reprimendas al árbitro alegando que no había escuchado el pitido no sirvieron de nada y tuvo que abandonar el terreno de juego dejando al equipo con diez con media hora por disputarse aún.
Así las cosas, el Arsenal no tuvo más remedio que encerrarse en su campo e intentar defenderse ante la avalancha del Barça buscando una contra milagrosa que le concediera la oportunidad de marcar el tanto de la clasificación. El Barça con un gran Mascherano, un sensacional Xavi, con Alves jugando más de extremo que de lateral con incursiones continúas buscando profundidad, y con un Iniesta y Messi impresionantes, consiguió marcar el ansiado segundo tanto tras una sensacional jugada que culminó Xavi. Dos minutos después, Koscielny llegó tarde y cometió un claro penalty sobre Pedro que Messi no desperdició. 3-1 y la eliminatoria estaba superada, el Arsenal estaba descompuesto y el Barça seguía buscando más goles sin descuidarse, pues un gol del equipo londinense le echaba de la competición. Y el caso es que el Arsenal tuvo esa oportunidad a falta de diez minutos para la finalización, cuando en un error, Adriano regaló el balón a Arshavin y éste puso un balón perfecto a Bendtner dejándole sólo frente al portero. El danés controló mal el balón y propició que Mascherano llegara justo a tiempo para arrebatarle el balón y despejar el peligro. Los últimos cinco minutos fueron dominados por el Barça que controló el balón alejándolo de las zonas de peligro haciendo uso de la experiencia.
Las estadísticas tras el partido fueron demoledoras. 68% vs. 32% de posesión, 8 vs. 19 faltas, 0 vs. 5 tarjetas amarillas y una roja y sobre todo, 10 vs. 0 tiros a puerta a favor del Barça. Si bien es verdad que las bajas de Song y Walcott, el pobre estado de forma de Van Persie o Cesc tras salir de lesión y la expulsión de Van Persie con media hora aún por jugarse y con empate a uno en el marcador condicionó el partido, no se puede obviar que el Arsenal no fue capaz de disparar a puerta en todo el partido, y esto es un argumento muy pobre para intentar estar entre los ocho mejores equipos del continente. Arsène Wenger deberá asumir su equivocación en el planteamiento del partido. Quizás si hubiera intentado tratar de jugar de tú a tú al Barça podría haber tenido más oportunidades, las ausencias le «obligaron» a jugar a ese otro fútbol, pero podrían haber hecho algo más o almenos haberlo intentado. Tan sólo el jóven mediocentro Jack Wilshere fue destacable, realizando un partidazo en la ida y siendo el mejor tambien en la vuelta. Hay futbolista importante en él.
El Barça se clasifica de nuevo para la ronda de cuartos de final y luchará para conseguir su cuarta copa de Europa.
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