
El Sevilla completó un gran partido y se impuso por dos goles a cero al Valencia en el Sánchez Pizjuán. Los de Unai Emery se adelantaron por medio de Mbia, que remató de tacón tras recoger el rechace de una falta lateral botada por Rakitic. La jugada fue protestada por los valencianistas pues Carriço y el propio Mbia se encontraban en fuera de juego en el momento del lanzamiento, sin embargo el colegiado, tras unos segundos de incertidumbre, dio validez a la jugada y el tanto subió al marcador. El gol en contra desactivó a un Valencia que hasta ese momento estaba dominando el partido y creando peligro sobre el área rival. Tanto fue el desconcierto en las filas ches que el segundo gol sobrevino a los tres minutos con un remate raso cruzado de Bacca desde dentro del área, tras una nueva asistencia de Rakitic. Tras el varapalo recibido, el Valencia intentó recuperar las sensaciones de la primera media hora y consiguió rehacerse para volver a dominar el encuentro, sin embargo ni Mathieu ni Jonas, que obligó a una gran intervención de Beto para evitar el gol, ni Vargas que vio como su remate de cabeza se estrellaba en el larguero pudieron marcar para los de Pizzi. Para colmo, el goleador Paco Alcácer vio la cartulina amarilla de forma injusta, lo que le impedirá disputar la vuelta en Mestalla tras una acción desafortunada con el portero sevillista. Beto dejó la pierna al caer tras un salto y simuló que el delantero valencianista le había agredido. El árbitro se equivocó y sancionó falta contra el Valencia y amonestación para el delantero che. Definitivamente parece que la mala suerte acompaña al equipo de la ciudad del Turia en las últimas temporadas en las competiciones europeas. El Valencia tendrá por tanto que repetir la remontada que ya consiguiera en la fase anterior frente al Basilea si quiere estar en la gran final de Turín.
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