Parecía imposible por el resultado favorable al Real Madrid, con dos goles de ventaja obtenidos en Alemania, pero la realidad es que el Schalke 04 completó un partido excelente en el Bernabéu y se quedó a un gol de pasar a cuartos de final y dejar en la cuneta a un Real Madrid que dio una imagen horrible. Solo Cristiano Ronaldo tiró del equipo y se mostró con la ambición que siempre le caracteriza. Sin juego, sin motivación, sin sacrificio, el escudo nunca es suficiente para ganar partidos y menos en una competición como la Champions League.
Al fin y al cabo, el Real Madrid pasa a cuartos de final y eso es lo que prevalece. Pero la imagen ofrecida no se corresponde con el actual campeón y Ancelotti tendrá mucho trabajo para corregir los desajustes en el equipo entre el ataque y la defensa, para pedir compromiso e intensidad a los futoblistas y para motivar a unos jugadores que quizás están colmados de éxito.
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