Los partidos de ida de los octavos de final de la Champions League nos dejaron muchas sorpresas. Todos los favoritos, excepto el Bayern, no obtuvieron los resultados esperados en este primer envite.
Por algo la Champions es la máxima competición europea. Nadie regala nada y no hay rival sencillo ni asequible. En la previa, todas las eliminatorias tenían a priori un favorito. Sin embargo una cosa es lo que se pronostica y otra el rendimiento y el resultado final. El plus de motivación que supone disputar una eliminatoria de Copa de Europa es un aliciente para que jugadores y aficionados den el máximo en cada minuto de cada partido produciéndose así resultados o sorpresas que son muy complicados de prever.
Así las cosas, ninguno de los equipos considerados favoritos en sus respectivas eliminatorias lograron imponerse a sus rivales. Ninguno menos el Bayern de Múnich. Los bávaros sacaron a relucir su músculo habitual y actuando a modo de rodillo dejaron al Chelsea con opciones mínimas por no decir prácticamente inexistentes para poder levantar en el partido de vuelta el 0-3 de Stamford Bridge.
Por otra parte, Atlético de Madrid, Dortmund, Leipzig, Lyon y Manchester City consiguieron vencer en sus duelos frente a Liverpool, PSG, Valencia, Tottenham, Juventus y Real Madrid. Mención aparte para el Napoli, que no consiguió la victoria y el FC Barcelona parte con ligera ventaja para la vuelta tras el 1-1 cosechado en San Paolo y para el Atalanta, debutante a estas alturas de la competición, que le endosó un inapelable 4-1 al Valencia en San Siro.
Los partidos de vuelta prometen ser apasionantes, pues muchos de los equipos considerados favoritos al título deberán apelar a la épica en algunos casos o buscar la remontada si no quieren quedarse fuera de la lucha a las primeras de cambio. La resolución los próximos 10/11 y 17/18 de marzo.
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