Partido de ida y vuelta, sin un claro dominador, con muchas llegadas por parte de ambos equipos pero sin ninguna ocasión clara de verdad, por ello el resultado de empate a cero que clasifica al Tottenham por primera vez en su historia y en su primera participación en Champions, para la ronda de cuartos de final.
Redknapp no quiso arriesgar y al final no alineó de inicio a Gareth Bale, que salía de una lesión, y tampoco a Jermaine Defoe por decisión técnica. Prefirió colocar a más jugadores en el centro del campo para intentar tener la posesión y ante la falta de efectivos y mayor debilidad del conjunto milanista en esa zona. Por su parte Allegri decidió sacar el once más ofensivo posible con lo que tenía disponible, alineando de inicio a Seedorf, Robinho, Pato e Ibrahimovic, pero no resultó efectivo porque la defensa del equipo londinense ayer estuvo muy sólida y segura. A pesar del equipo ofensivo que Redknapp puso en liza, el Tottenham se limitó a guardar el resultado y no se aventuró demasiado en ataque para no descuidarse. Pecó de miedo a perder y el resultado corto que tenía a favor podría haber sido anulado si el Milan hubiera estado más acertado de cara a puerta. No fue así, y el Tottenham se presenta con todo merecimiento en cuartos de final.
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