
El Sporting Clube de Portugal, tercer equipo del fútbol portugués con 45 títulos a lo largo de su exitosa vida y con más de 3 millones de seguidores alrededor del mundo, está sumido en una crisis deportiva e institucional que está abocando al club a los peores años en toda su centenaria historia. Actualmente 9º clasificado en la tabla (5 victorias, 7 empates y 7 derrotas) y a 27 puntos de los líderes FC Porto y SL Benfica, los otros dos gigantes del fútbol luso, eliminado de la UEFA Europa League en la primera fase y eliminado de la Copa (Taça) de Portugal en primera ronda, algo que no sucedía desde hace 13 años, con un pasivo de 138 millones de euros debido a la mala gestión financiera de unos directivos enfrentados en una lucha fratricida desde hace varios años, son claros indicadores de la mala situación deportiva e institucional por la que está atravesando.
Fundado el 1 de julio de 1906 por José Alvalade, personaje histórico que da nombre a su estadio, el club de los Leões, sobrenombre adquirido por el reconocido emblema de su escudo, tuvo sus años dorados en las décadas de los ’40 y ’50, obteniendo 10 campeonatos de liga y 5 copas portuguesas en 18 años. Su éxito alcanzó notoriedad también en Europa conquistando poco después, en la temporada 63/64, la Recopa de Europa frente al MTK Budapest. El polideportivo club lisboeta siempre destacó en el fútbol, pero tampoco debemos obviar sus otras divisiones (atletismo, natación…) que también han aportado éxito y triunfos a lo largo de su dilatada historia. Volviendo al fútbol, que es lo que nos ocupa, estuvo muy cerca de conseguir su mayor hazaña en la final de la Copa de la UEFA de la temporada 04/05, donde fue derrotado en la final por el CSKA de Moscú en una amarga derrota disputada en su remozado y flamante estadio (para la Euro 2004), el José Alvalade.
En el Sporting de Portugal (también llamado coloquialmente Sporting de Lisboa) siempre se apostó por la formación de jóvenes valores formados desde la niñez por los grandes preparadores y técnicos del club. Por su gran gran labor y gracias a su trabajo, la Academia Sporting ha dado al fútbol varios de los mejores futbolistas del mundo, especializándose en la formación de grandes extremos. Son los casos de Paolo Futre, Sá Pinto, Luis Figo, Simão Sabrosa, Cristiano Ronaldo, Nani o João Moutinho, por citar a los más reconocidos. En 2002 se inauguró la por entonces mejor y más moderna ciudad deportiva del mundo, la fantástica Academia Sporting de Alcochete, con el objetivo de mejorar la capacidad de formar futbolistas válidos para el primer equipo. Sin embargo, durante los últimos años, especialmente las últimas dos o tres temporadas, la prioridad para la directiva del club ha sido la de contratar jugadores extranjeros y pagar elevadas sumas de dinero por su traspaso, los cuales en muchos casos han estado fuera del precio de mercado y además se han desvalorizado porque su rendimiento no ha sido el esperado. Aunque el club no gana la liga portuguesa desde hace 11 años, durante el 2002 hasta la actualidad siempre ha terminado el campeonato doméstico en los puestos altos de la tabla clasificándose para competición europea, ya sea Champions League o Europa League. Sin embargo, los resultados deportivos durante la campaña actual están siendo devastadores y de seguir en está línea no se vislumbra un buen horizonte para el futuro. El origen del problema radica en la temporada 2009/2010. Paulo Bento (actual seleccionador portugués) cumplía su cuarta temporada al mando de la dirección técnica, pero tras una mala racha de resultados decidió dimitir el 6 de noviembre de 2009. La directiva encabezada por José Bettencourt aceptó la dimisión del entrenador contratando a Carlos Carvalhal como sustituto. Los resultados no fueron los esperados y fue cesado en el cargo. Al comienzo de la temporada 2010/2011 se contrató a Paulo Sérgio, pero el rumbo del equipo tampoco cumplió las expectativas. En enero de 2011 el presidente José Bettencourt dimitió de su cargo acusado por la masa social y por la oposición de falta de liderazgo. Dos meses después, en marzo, Godinho Lopes era elegido mayoritariamente y era investido presidente. El nuevo presidente junto con su junta directiva, cesaron a Paulo Sérgio y dejaron la dirección técnica del primer equipo a José Couceiro (ex-futbolista y ex-entrenador), que por entonces era Director General del club, como solución de urgencia. En mayo de ese mismo año se decidió contratar a Domingos Paciência, que había completado una gran temporada con el Sporting de Braga finalizando el campeonato en 4ª posición y llegando a la final de la Europa League cayendo derrotado por el FC Porto. Una vez más los resultados no acompañaron y en febrero de 2012 Domingos fue destituído pasando Ricardo Sá Pinto (ex-jugador del club y entrenador de las categorías inferiores) a ser su sustituto. Sá Pinto logró clasificar al club para la Europa League, pero el pobre rendimiento la temporada siguiente en dicha competición provocó su destitución en octubre de 2012. Oceano Da Cruz (ex-jugador leão y entrenador del Sporting Portugal B en aquella fecha) fue elegido como técnico interino mientras la directiva encontraba un sustituto. El elegido fue el entrenador belga Franky Vercauteren, contratado un mes después y por enésima vez los resultados tampoco acompañaron. El club se alejaba cada vez más de los primeros puestos en liga y cayó eliminado en la fase de grupos de la Europa League. En enero de 2013 el belga fue cesado y su sustituto fue Jesualdo Ferreira, que desde entonces compatibiliza su puesto de director deportivo con el de entrenador del primer equipo.

Todos estos datos reflejan una estadística demoledora: Cuatro entrenadores en sólo una temporada (y aún no ha finalizado) y varios ceses y dimisiones incluidas de cargos directivos por razones deportivas, económicas, o por discordancia con la junta directiva. Dimisión que también ha practicado el presidente Godinho Lopes hace tan sólo unos días, presionado por la oposición con Bruno de Carvalho al frente y el movimiento de parte de la masa social leonina «Dar Rumo ao Sporting (Dar Rumbo al Sporting)«, además de verse salpicado por distintos casos de corrupción de miembros de su equipo directivo como el caso de de su ex-vicepresidente Paulo Pereira Cristóvão, a quien se le imputan delitos de blanqueo de capitales, estafa y malversación de fondos del club, entre otros, y estando en duda la capacidad del propio presidente para dirigir un club tras haber sido absuelto en uno de los casos de corrupción más largos y escandalosos del país luso, el «Caso Paquetes da Expo 98«, en el que se acusaba a varias personas de fletar cruceros para cubrir un overbooking ficticio referido a las plazas hoteleras de la Expo 98 de Lisboa, con el objetivo de beneficiar a una sola empresa y obtener beneficios de ello. No siendo bastante con esto, también se ha dado a conocer que el club mantiene un pasivo de 138 millones de euros de deuda, necesitando al menos 25 millones de euros antes del próximo 30 de junio para cumplir con sus compromisos financieros. Para tratar de devolver la dignidad al club y cambiar el rumbo y el panorama oscuro que se vislumbra, se han convocado elecciones a la presidencia para el próximo 23 de marzo. José Couceiro, entrenador de fútbol (ex seleccionador de Lituania y ex entrenador del Sporting y Porto entre otros), Bruno de Carvalho, derrotado por Godinho Lopes en las elecciones de 2011 por tan sólo 360 votos, empresario y opositor a la directiva actual y Carlos Severino, periodista y ex director de comunicación del club, que apuesta por la cantera para devolver la idiosincrasia perdida que siempre caracterizó al club, son los candidatos oficiales que se presentarán para el cargo.

LLegados a este punto, podemos comprender que los futbolistas se vean afectados por todas las luchas internas en la dirección del club y todos los problemas que ello supone además de verse involucrados en cuatro cambios de entrenador en una misma temporada. Es lógico pensar que los resultados deportivos no sean satisfactorios sin una estabilidad que los garantice y si además la preocupación va en consonancia con la posibilidad de no cobrar su salario, es comprensible que tengan la cabeza en cualquier sitio menos en el campo de fútbol. Por el bien de la institución, por el bien de un club de fútbol centenario con millones de adeptos y simpatizantes, esperemos que las nuevas elecciones traigan consigo un presidente y una junta directiva que se dedique a trabajar por y para el club y puedan devolver al Sporting Clube de Portugal al lugar que le corresponde y del que jamás debió salir.
Fuentes: Jornal de Noticias; EFE; www.transfermarkt.de
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