Tras los títulos obtenidos en Glasgow y en Eindhoven, el Sevilla regresa a una final de su competición fetiche. El conjunto hispalense desea volver a repetir triunfo, esta vez en Turín, pero para ello deberá derrotar al Benfica, que repite final tras caer derrotados frente al Chelsea en la temporada pasada.
Unai Emery no quiere atribuirse responsabilidades para cargar de presión a los suyos y ha declarado que el Benfica es el favorito, pues a su parecer son los más fuertes tras haber derrotado al máximo favorito en semifinales, la Juventus. Pero no por ello el Sevilla pondrá las cosas fáciles a los portugueses, pues en la memoria reciente del sevillismo reside el llevarse la copa para casa cada vez que juegan la final de esta competición. El inconveniente contra el que deberán luchar los de Nervión es el saber si podrán contar con Vitolo y Gameiro. Ambos jugadores son esenciales en el once inicial del preparador vasco y serán duda hasta última hora. En los demás puestos no habrá sorpresas, siendo el once de gala el elegido por Emery para llevar de nuevo a la gloria al conjunto hispalense.
Las Águilas llegan a la cita con el convencimiento que da ser ganadores, acaban de llevarse Liga y Copa de la Liga portuguesa y además están en la final de la copa (la Taça de Portugal). En cualquier caso ninguna competición es igual y ningún partido es el mismo, por lo que el Benfica quiere quitarse varias espinitas clavadas que lleva esperando mucho tiempo. La primera es resarcirse de la final perdida en la temporada pasada y la segunda es quitarse de encima la maldición de Bélla Guttman, ex-entrenador encarnado y último en ganar una competición europea para el conjunto lisboeta, quien dijo que «pasarían 100 años hasta que el Benfica logre ganar una copa europea» tras ser cesado de mala manera por la directiva allá por el año 1962. La frase, lapidaria, es una losa que pesa en el subconsciente de las águilas, pues son ya siete las finales perdidas desde que se pronunciara aquella frase maldita. Hablando de la cita de mañana, Fejsa es seria duda por unas molestias y a ello se suman las bajas seguras por sanción de Salvio, Enzo Pérez y Markovic, tres futbolistas importantes en el plantel de Jorge Jesús. Pese a ello el técnico no elude responsabilidades y se ha mostrado ante los medios con confianza y seguridad para buscar el triunfo sabiendo de la calidad de los suyos.
Pronóstico complicado en una final que a priori, sobre el papel, debería decantarse a favor del Benfica. El nivel de la plantilla del equipo portugués es algo superior al del equipo español, pero hay una máxima que dice que las finales no se juegan, se ganan, así que esta vez la historia puede cambiar el curso y acabar con la maldición del Benfica en competiciones europeas o puede seguir su camino y podríamos ver como el Sevilla gana su tercer entorchado en tres finales disputadas.
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