Un empate con sabor agridulce es lo que obtuvo el Sevilla en Moscú, sacado de las propias palabras del entrenador del equipo de Nervión, Manolo Jiménez.
El Sevilla se sobrepuso a las inclemencias del tiempo y se adaptó rápido al estado del césped (bastante bien dadas las circunstancias) jugando un fútbol práctico, defendiendo juntitos y presionando bien para salir rápido a la contra y finiquitar el partido. Tras un comienzo dubitativo en el que el CSKA se hizo con el dominio y a punto estuvo de adelantarse en el marcador en varias ocasiones, el Sevilla obtuvo recompensa cuando parecía que el gol local era inminente, ya que en el minuto 25 una buena internada de Navas por la banda derecha que puso un centro al corazón del área, no logró ser despejado por ninguno de los centrales rusos y lo aprovechó Negredo en el segundo palo para empujar el balón a la red. Tras el gol, las cosas siguieron como empezaron, el CSKA mantenía su dominio y llegaba a la puerta de Palop pero no definía sus ocasiones. En esas el Sevilla estuvo a punto de marcar el segundo con un tiro de Romaric y así el partido se fue al descanso.
La segunda parte comenzó practicamente igual, con los rusos creando peligro sobre todo con la aportación de Krasic (jugadorazo) y los intentos del japonés Honda, muy activo en ataque pero sin efectividad toda la tarde. El Sevilla defendía ordenado y replegado pensando que en una contra resolvería el partido. Pero no fue así, ya que en una jugada sin demasiado peligro, el chileno Mark González consiguió un verdadero golazo desde fuera del área al conectar un tremendo chut ante el que nada pudo hacer Palop. El tanto dio alas al CSKA que estuvieron a punto de marcar el segundo en un disparo dentro del área de Tomas Necid cuando sólo estaba frente al portero, pero que Palop rechazó con el pie a córner. Manolo Jiménez sacó a Negredo y lo relevó por Kanouté para tener más presencia arriba, fijar a los centrales e intentar crear segundas jugadas, pero prácticamente no hubo ocasiones y el partido llegó a su fin.
Los sevillistas se fueron con esas sensación agridulce que se manifiesta cuando sabes que podrías haber ganado el partido y no lo haces. En cualquier caso es un buen resultado porque obliga a los rusos a marcar en el Sánchez Pizjuán y el Sevilla juega como nadie a la contra, por lo que es de suponer que si marca algún gol frente a su afición, el Sevilla pasará por primera vez en su historia desde que este torneo se denomina Champions League, a los cuartos de final. 60% vs 40% a favor del Sevilla, pero eso sí, en la vuelta jugará la estrella de los rusos, Alan Dzagoev, y se debe poner especial atención en él porque con él, el CSKA mejora bastante. No hay que confiarse.
Be the first to comment