El Atlético de Madrid consigue vencer en el mítico San Siro, gesta que consiguen pocos equipos, ante un Milan que no pasa por su mejor momento pero que siempre plantea batalla y vende cara la derrota cuando de la Champions se trata.
El Atleti salió con agresividad apretando muy arriba con presión adelantada sobre la defensa rival para evitar la salida de balón y robar cerca del área, pero tras el primer arreón de los colchoneros, el Milan se sacudió la presión a base de juego directo y comenzó a llegar con peligro sobre la portería de Courtois. El primero en avisar fue Kaka, con un disparo que no fue gol porque el larguero no lo quiso así. El balón había tocado previamente en la espalda de un futbolista. El segundo aviso llegó con un remate de cabeza de Poli al que Courtois respondió como el gran portero que es, sacando una mano casi mágica para desviar al poste el balón y evitar el gol. Los del Cholo pasaron por apuros en la primera parte, pero supieron sufrir.
Ya en la segunda mitad, el Atlético pareció querer mandar más y correr más, y la muestra fue que De Jong ya no recibía tan cómodo en el centro del campo y que la defensa y los dos mediocentros colchoneros, con un trabajo físico y táctico fundamental, desconectaban por completo el ataque rossoneri. Con el problema defensivo resuelto, y sólo con el peligro de que el bueno de Taarabt hacía lo que quería con Insua, el Atlético comenzó a crecer y a dominar el encuentro. Con más ganas que los de Seedorf, los rojiblancos comenzaron a generar peligro sobre la portería de Abbiati, pero los acercamientos no terminaban de ser peligrosos. El primero en avisar fue Raúl García tras un potente disparo desde fuera del área. La siguiente, también finalizada por el navarro, fue una jugada de toque y combinación que mereció el gol, pero se quedó en casi. Simeone dio entrada a Cebolla y Adrián en sustitución de unos Arda y Raúl García agotados, para buscar la velocidad y el desborde en los últimos metros. El efecto tuvo acción inmediata y el Atlético encaró los minutos finales buscando el triunfo con ahínco, más aún tras la retirada de Ballotelli con el hombro dolorido tras un choque con Diego Costa. Así, en uno de los ataques el balón salió por la línea de fondo. El saque de esquina botado por Gabi fue prolongado en un intento de despeje por Abate en el primer palo, con la suerte de que el balón cayó en el segundo donde estaba Diego Costa que enganchó un difícil cabezazo para adelantar al Atleti en la eliminatoria. Tanto merecido para los rojiblancos hoy de amarillo y azul. Con poco tiempo por jugarse el Atleti supo dormir el partido para que no se le escapara un triunfo importantísimo en San Siro que le deja en una buena situación para afrontar el encuentro de vuelta arropado por su hinchada. Más de 2000 aficionados acompañaron hoy también al equipo en la capital del piamonte y le ayudaron en su triunfo ante un conjunto histórico en un escenario inigualable.
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