El Shakhtar de Lucescu, viejo lobo de mar que ha navegado en las condiciones más difíciles y en los océanos más peligrosos en multitud de ocasiones, ha sido capaz de maniatar al Bayern de Pep, sí, a ese que venía de marcar ocho goles al Hamburgo. El conjunto ucraniano, haciendo valer sus armas frente al todopoderoso contrincante alemán, ha renunciado a buscar la portería rival para guardar la suya y la estrategia ha dado sus frutos. Primero desquiciando a los jugadores rivales, expulsión incluida de Xabi Alonso por doble cartulina amarilla, ejerciendo un pressing en bloque con mucho sacrificio de unos jugadores más orientados a jugar que a destruir por naturaleza pero que hoy supieron trabajar para el equipo. Después, cerrando cualquier vía de escape para defender su portería. Los bávaros no han conseguido apenas inquietar la portería ucrania y tras la expulsión del español prefirieron firmar el armisticio para jugárselo todo en el Allianz Arena de Múnich dentro de tres semanas. Los mineros han logrado aguantar el resultado y se van satisfechos con un marcador que les da muchas más opciones de las que ellos mismos pensaban antes de disputar este encuentro de ida. El desenlace el próximo 11 de marzo en tierras germanas.
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