
Un partido con un resultado previsible en la previa. Mucho respeto entre ambos equipos, que lógicamente eran conscientes de que la eliminatoria dura 180 minutos como poco y por ello arriesgaron lo justo. Los fallos defensivos fueron cruciales en ambos goles. El primero, anotado por Ivanovic, al permitir David Luiz que el serbio rematara sólo dejándole libre de marca. Un error garrafal del defensa brasileño (hoy en el medio centro defensivo por la baja de Cabaye) que en lugar de marcar al rival entre su portería y el balón, le dejó libre de marca a su espalda facilitando su remate. Un fallo que no se debe permitir ni en categoría infantil. Con el 0-1 en el marcador, el Chelsea dio un paso atrás sabedor de que era buen resultado y ejerciendo tácticas mourinhistas intentaron retener el gol de ventaja. Pero el PSG jugaba en casa y no se podía permitir viajar a Londres con un resultado tan negativo, por lo que los galos se fueron arriba para intentar igualar, consiguiéndolo al poco de comenzar la segunda parte con un gran remate de cabeza de Cavani y un buen centro de Matuidi. El Chelsea parece que quiso devolver el favor del primer gol y dejó solo en el remate al uruguayo con la colaboración de Cahill y Terry, que defendieron mal y muy lejos al delantero rival, quien aprovechó la ocasión para establecer el empate. Un resultado que si bien le otorga ventaja al Chelsea por jugar en casa y por el gol fuera de casa, no es ni mucho menos definitivo. El PSG intentó ir a por más, pero finalmente tendrá que jugarse el pase en Stamford Bridge intentando llevarse la victoria o un empate con más de un gol. Una tarea complicada por el potencial de los Blues en casa, pero para nada imposible.
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