Derlís González fue quien abrió la lata para el Basilea tras controlar un gran balón al espacio aprovechando su desmarque de ruptura previo, y tras forcejear con los defensores batió a Fabiano medio cayéndose. El paraguayo se hizo daño al chocar con el portero y poco después de marcar tuvo que retirarse lesionado. El Porto intentó llevar la manija para lograr la igualada a través de la posesión del balón, y lo consiguió, pero el dominio no se tradujo en ocasiones de claridad para os dragões marchándose ambos equipos al descanso.
Tras la reanudación, el Porto iba a conseguir el empate, pero el juez de área (ese invitado que casi nunca aparece) anuló un gol por interpretar que Casemiro obstaculizó la visión a Valclik además de estar en fura de juego, tras un remate de Maicon a la salida de un córner. El árbitro inicialmente concedió gol, pero rectificó gracias a la corrección de su compañero. Pasaban los minutos y el Porto no lograba concretar las oportunidades para marcar, aunque cada vez se acercaba con más peligro a la portería rival, sobre todo por ataques encabezados por un buen Óliver Torres. Pero el joven mediapunta español tuvo que retirarse lesionado de nuevo en el hombro (ya tuvo problemas en dicha articulación con anterioridad) al chocar con un jugador rival. Pese a ello el Porto continuó en la búsqueda del empate y lo encontró gracias a un desafortunado penalti para el Basilea. Walter Samuel rechazó un centro con la mano dentro del área, y el árbitro no dudó en señalar los once metros. Danilo se encargó de convertir la pena máxima y el partido finalizó sin más sobresaltos. El Porto consigue ventaja para la vuelta en Do Dragão, pero tendrá que luchar hasta el último minuto ante un Basilea más que cumplidor en esta fase de octavos de final.
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