Como si de la repetición de la final de Lisboa se tratara, el Real Madrid volvió a dejar ko al Atlético a falta de dos minutos para el final del partido. Aquella vez significó una prórroga que después resultaría fatal para los intereses rojiblancos. Esta vez el gol del mexicano Chicharito, que hasta ahora había pasado desapercibido en el Real Madrid, le encumbró como un héroe ante su afición y envió a la lona a un ultradefensivo Atlético, que no se prodigó en ataque lo suficiente para asumir la valentía que supone doblegar al Real Madrid en su estadio en su competición favorita. Esa hazaña requiere mayor valentía, pero los del Cholo no pudieron o no se atrevieron a intentarlo.
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